martes, 14 de mayo de 2013

Tu cara me suena… intertextualidad de celebridades en series televisivas





Probablemente os ha sucedido alguna vez: estabais viendo vuestra serie favorita y habéis notado que algún actor o actriz aparecía ayer en otra producción semejante interpretando un rol similar. Quizás os ha ocurrido más de una vez e incluso habéis establecido paralelismos entre ambos personajes: estabais viendo a Sean Bean como Eddard Stark, gran protagonista y héroe de Juego de Tronos (Game of Thrones, HBO: 2011-) y no pudisteis evitar pensar que tuvo un final muy dramático como Boromir en El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo (The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring, Jackson, 2001), estableciendo inconscientes simetrías entre sus posibles y nefastos destinos como héroes épicos.

En Nuevos conceptos de la teoría del cine, Robert Stam, Robert Bourgoyne y Sandy Flitterman-Lewis explican un concepto que puede resultarnos útil para entender estas presencias reiteradas de actores y actrices en producciones cercanas en cuanto a género o temática que acaban generando sensaciones parecidas al espectador. Se conoce como “intertextualidad de celebridades” y el término alude a la capacidad de una estrella de cine o televisión para evocar un género o un determinado evento cultural. Eso quiere decir que el espectador relaciona dos series o películas entre sí solo por la presencia de un determinado actor, y en parte rescata la sensación que le provocó el primer texto en el visionado de la nueva serie o película. Generalmente es una estrategia de producción que utiliza la industria para emular el éxito a través de una cara conocida que ya resultó muy creíble en una serie o película anterior. Dentro del mismo ejemplo de Juego de Tronos hay varios casos:

Natalie Dormen, que interpreta a Margaery, fue Ana Bolena en la exitosa serie Los Tudors (The Tudors, Showtime: 2007-2010), lo que afianza el carácter histórico de la serie fantástica.


Jason Momoa -Khal Drogo- es el protagonista de la nueva versión de Conan el Bárbaro (Conan the Barbarian, Nispel, 2011), cuyo papel es casi una extensión del líder bárbaro del pueblo dothraki.


Pero, ¿qué sucede cuando esta estrategia de producción deja de ser exclusivamente un cebo comercial y pasa a influir en la propia construcción narrativa de una serie?, ¿por qué a veces lo más atractivo de un capítulo televisivo es la aparición de una estrella invitada? Como ya hemos comentado, a menudo la intrusión de un actor determinado evoca un ambiente cultural y también una sensación de nostalgia por un texto anterior con el que el espectador, especialmente el fan, mantiene un vínculo especial. The CW es el canal especialista en la explotación de este tipo de vínculos y Sobrenatural (Supernatural, WB: 2005-2006; CW: 2006-) es el máximo exponente del fan service.

Hay múltiples ejemplos en la serie, pero además hay algunos capítulos que están exclusivamente diseñados para el lucimiento de actores con gran repercusión fandom. Es el caso del episodio “Cállate Dr.Phil” (7.05) en el que James Masters, popularmente conocido por su rol como Spike en Buffy, la cazavampiros (Buffy, the vampire slayer, WB: 1997-2001; UPN: 2001-2003) y Angel (WB: 1999-2004), es un malvado hechicero casado con una conflictiva bruja, interpretada por Charisma Carpenter, que también se hizo popular como Cordelia Chase en Buffy y en su spin-off. Sobrenatural se aprovecha del éxito precedente de ambas series fantásticas porque la expectación verdaderamente recae en ese enfrentamiento en pantalla entre dos actores muy queridos del universo Whedon -creador de Buffy y Angel-, mientras que el argumento del capítulo se relega a un segundo plano en donde los verdaderos protagonistas apenas tienen peso. 


Otro caso muy peculiar es el de la actriz Felicia Day, icono geek de la cultura popular desde que se convirtió en creadora y protagonista de la web serie The Guild (2007-) –aunque antes ya había alcanzado la fama gracias a un pequeño papel en Buffy y la web serie Dr Horrrible´s Sing-Along Blog (2008)- que apareció por primera vez en Sobrenatural en “La chica con el tatuaje de Dragones y Mazmorras” (7.20) y cuyo personaje –nerd, genio de la informática y adicta a la ciencia-ficción- es un homenaje a la imagen que el público tiene sobre la actriz. Los elementos paratextuales que rodean a la serie y que son externos a la propia narración se vuelven más importantes para el espectador que el propio argumento desarrollado, porque el reconocimiento de los guiños y de las referencias a la cultura popular son los que otorgan mayor satisfacción al público en este tipo de propuestas.


Los ejemplos son muy numerosos y la mayoría de los canales norteamericanos emplean el recurso de forma más o menor frecuente, lo que nos lleva a pensar que en la ficción serial actual es tan importante la propia narración como lo que la rodea. De esta forma, el papel del espectador se vuelve todavía más relevante porque su bagaje audiovisual “reconociendo caras” determinará el nivel de conexión que establecerá con una determinada serie, lo que en parte definirá el éxito de la misma.


Irene Raya Bravo

4 comentarios:

  1. ¡Me gusta mucho esta entrada! :)
    Es una pena que no siga ni Sobrenatural ni la última serie que nombras porque no he podido visualizar los ejemplos, pero me pasa continuamente (como por ejemplo Ygritte de Juego de Tronos y su anterior papel como Gwen en Downton Abbey).
    Y también el efecto contrario, que no encuentro ningún paralelismo porque las series y los personajes son muy diferentes y acabo rechazando al personaje porque no me cuadra(me pasó con una actriz que aparecía en Californication y más tarde en Mad Men), por lo que es verdad eso que dices al final, que esto juega un papel importante en el éxito que pueda llegar a tener la serie.


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    1. Ana María, me alegra que te haya gustado :) A mi me pasó lo que comentas abajo con la propia Rose Leslie, porque la veía muy fina y recatada para hacer de Ygritte después de Downton Abbey.
      Pero sigue siendo consecuencia de lo mismo: asociamos una cara a un ambiente cultural y después podemos rechazar un personaje si el cambio de registro es muy brusco. Son las dos caras del mismo efecto, muy bien visto!

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  2. ¡Muy interesante el post, sí! :)
    Como ejemplo personal, confesaré que ver a Bryan Cranston en calzoncillos, ya sólo con el inicio de Breaking Bad, no pudo más que remitirme a grandes momentos como padre de Malcolm in the Middle.

    Sí que querría añadir, aún sin tener quizás demasiado que ver con lo que atañe a la publicación, ¡que vaya papeles que le dan al pobre de Sean Bean, que parece que está destinado a personajes con final fatal! Si no es con Ned, es con Boromir, ¡y si no es con Boromir, es con un secuestrador de niñas al que acribillan!

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    1. Sí Zaida, a Bryan Cranston le habrá costado deshacerse de su rol de Malcolm in the Middle, pero el cambio de registro también ha servido para que se valorara mucho más su trabajo en Breaking Bad.

      Sí, el pobre Sean Bean tiene mala suerte, con 15 añitos menos hubiera sido un magnífico Jaime Lannister :)

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