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El
cineasta francés
Éric Rohmer
distinguía entre “dos cines, el cine que se toma como objeto y como
fin, y aquel que toma el mundo como objeto y es un medio”. Desde hace algún
tiempo —aunque ha sido una
constante en la Historia del cine—
encontramos una suerte de cintas que, inscribiéndose
en esta segunda concepción
del film, han quedado
relegadas a la condición
de “invisible”
en un contexto cinematográfico
que se plantea desde la absoluta democratización
gracias a la aparición
del digital e internet, nada más
lejos de la realidad. Como respuesta a la situación
de lo que tuvimos a bien señalar
como cines periféricos
—concebidos en clave
industrial y no geográfica— nace Mise-en-scène,
una publicación
bimensual configurada en el marco de la Facultad de Comunicación
de la Universidad de Sevilla para detenerse y reflexionar en ese cine más
al margen, anómalo
en sus narrativas y sus discursos contrahegemónicos,
doblemente interesante al plantear nuevos espacios para la distribución
y exhibición del film.