martes, 30 de abril de 2013

Publicidad y cuentos de hadas




Érase una vez, en un país de fantasía llamado Publicidad, Caperucita, la Cenicienta, Rapunzel y Blanca Nieves vivían felices y … usaban perfumes… bebían agua mineral… seducían al espectador y… ¿se burlaban del príncipe?

Parece que los personajes que un día conocimos como protagonistas de los cuentos de hadas y cuentos populares con los que crecimos, se cuelan hoy en numerosos anuncios, convirtiéndose en los mejores embajadores de productos de muy diferente índole, desde complementos, hasta cosmética, pasando por alimentación o productos para la limpieza del hogar.

La continua alusión a personajes de cuentos en los anuncios actuales no es algo exclusivo en publicidad sino que responde a una tendencia que se refleja en otros discursos mediáticos como el cine o la TV; solamente hace falta pensar en producciones como Once Upon a Time, (ABC, 2011), Grimm (NBC, 2011), Blancanieves y la leyenda del cazador (Rupert Sanders, 2012), Blancanieves (Tarsem Singh, 2012), Capeructia roja (Catherine Hardwicke, 2011), etc. para caer en la cuenta de la popularidad de los cuentos en el contexto mediático actual. A pesar de que nuestra época se define como hiperracional, y que la ciencia y la tecnología actúan como discursos legitimadores en la sociedad, lo cierto es que nos encontramos en un momento en el que el componente mítico se revalora, se recuperan mitos, leyendas y cuentos como base argumental en la construcción de argumentos literarios, fílmicos, etc. Y todo ello con el fin de conectar con el componente emocional del receptor. Parece que en tiempos de crisis y dificultad, solemos acudir a elementos como la fantasía, y la emoción, como si de una escapada a la dura realidad se tratara.

Los creativos, que son conscientes del simbolismo y moraleja de los cuentos que aún resuenan en la mente (y corazón) de los adultos, usan estos elementos como un recurso efectivo a la hora de crear argumentos de venta. Pero, ¿qué ventajas tiene el hecho de recurrir a estos personajes para promocionar un determinado producto o servicio? Al utilizar personajes e historias identificables por el receptor, se garantiza la comprensión y, lo más importante, se apela a sus emociones, invocando su infancia. Así, se aprovechan las connotaciones simbólicas de dichos relatos para asociar determinados valores al objeto anunciado y conseguir una percepción positiva y favorable de la marca.

Ahora bien… ¿de qué forma aparecen los cuentos de hadas?

En algunas ocasiones, se hace uso de los personajes, motivos o temas como mero reclamo apelativo, para atraer la atención del público y promocionar el producto o servicio de una forma creativa.




En algunas ocasiones, se hace uso de los personajes, motivos o temas como mero reclamo apelativo, para atraer la atención del público.


Otras veces, se ironiza y desmitifica el personaje o cuento, haciendo un giro humorístico y presentándolo desde una nueva perspectiva.  




Por último, y quizás lo más significativo, es la representación de las protagonistas femeninas según valores actuales. En muchos anuncios, éstas no se contentan con esperar de forma paciente y pasiva al príncipe azul para tener su final feliz, sino que se presentan como mujeres independientes, que toman las riendas de su propia historia, en la que el producto actúa como cómplice o estímulo.



Por lo tanto, podría decirse que el apelar a los personajes y tramas de los cuentos infantiles como argumentos persuasivos se trata de un recurso efectivo en la estrategia publicitaria. No obstante, ello responde a la fascinación que provoca este tipo de historias en un público adulto y es una muestra de cómo parece existir una necesidad por mundos fantásticos y mágicos como forma escapar de un momento marcado por la crisis, como el actual.

María del Mar Rubio Hernández




2 comentarios:

  1. Me gusta este post! me encantan los anuncios en los que se juega con el tema de los cuentos, pero creo que últimamente sobretodo en TV está demasiado mañido...

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  2. Nos alegramos de que te guste, Mercedes :)
    Muchas gracias por tu comentario y tu participación. Lo cierto es que es un recurso creativo muy usado, y como todo recurso, pierde originalidad en cuanto se abusa de él. Lo interesante es utilizar las referencias a los cuentos no como mera alusión intertextual, sino dar un giro, revertir de alguna forma el cuento original y aportar una novedad, de forma que se haga partícipe al público objetivo en cuanto al proceso de interpretación. Es lo que ocurre en los anuncios en los que se desmitifican personajes de la realeza desde el humor o la sátira, o en los que las protagonistas femeninas rompen los esquemas tradicionales.

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